Todo el mundo o casi todo el mundo, necesita un ordenador en su vida diaria, ya sea para trabajar, para estudiar, para comprar, para comunicarse, en definitiva, prácticamente para todo.
Se dice que Babbage, es el padre del ordenador, construyó una máquina a vapor que calculaba tablas de números, aunque fallaba habitualmente. El siguiente paso en la historia de los ordenadores, surgió a partir de una necesidad: había que calcular el censo de la población americana por la entrada de inmigrantes. Herman Hollerith creó una máquina que era capaz de calcular el censo mucho más rápido que a mano, y sólo a través de una tarjeta. Éste fue el primer paso hacia la creación de los ordenadores digitales.
Seguidamente se buscaba la creación de un ordenador que ayudase al ejército a ganar la guerra. A partir de la creación de “Colosos”, (programa ideado para descifrar códigos) y la creación de un ordenador gigante (Eniac) el cual podía calcular tablas de número en apenas minutos, ayudó a los artilleros con el cálculo de las tablas de disparo. Esto contribuyó a la creación y diseño de los ordenadores futuros.
Años más tarde se buscó la forma de hacer ordenadores más pequeños, más útiles y manejables, con la intención de poder emplearse como herramientas de trabajo en empresas. Se consiguió aunque aún era excesivamente costoso para que la población pudiese comprarlo para su uso particular.
La primera empresa creadora de lo que hoy llamamos PC (Personal Computer) fue IBM, que consiguió crear un ordenador personal para que la gente se lo pudiese llevar a su domicilio. Desde entonces ha sido un constante desarrollo tecnológico hasta el punto de crear portátiles o incluso “mini ordenadores”.
Lo que empezó siendo inalcanzable o casi inaccesible ahora es barato, y con una accesibilidad tan grande que casi en cada familia hay un ordenador o incluso dos.
En la actualidad lo que la gente busca son ordenadores que estén acordes a sus necesidades, y la verdad es que la gran variedad y el avance de la tecnología en este sector del mercado hace que los consumidores de este producto tengan esa posibilidad de elección.